A pesar de que yo soy un animal de otoño (es decir, es en esta estación cuando resucito como los vampiros) he de reconocer que la primavera me incita, me sacude las capas de hastío y me provoca. También es cierto que en las estaciones intermedias el dolor se me ensordece y esa tregua es la mejor de las invitaciones.
El sábado pasado hicimos una visita relampago a Monells, pueblecito medieval del baix empordà, en la provincia de Girona. Todo lo que sabe y huele a medieval me apasiona en lo profundo y Monells, tan pequeñín, tan de cromito, no se quedó atrás. Como anécdota deciros que allí se rodó «Ocho apellidos catalanes» (peli que por otro lado me decepcionó un porrón).
Me prometí a mi misma volver con más tiempo, disfrutar, pasear, mimetizarme y descubrir más rincones, tanto del pueblecito como de la zona que es espectacular y que, además, nos queda no muy lejos de casa. Os dejo unas imágenes de nuestra visita.
¡Buen fin de semana!
La chica que comía margaritas 🌼 
No me gusta lo de «animal de otoño». Te queda mejor «criatura de otoño». Tengo pendiente una visita a Monells desde que he visto cientos de fotos de este precioso lugar (y ahora me has dado otra dosis). Yo también soy amante de lo antiguo y lo rural, de los orígenes de todo, porque todos llevamos dentro fragmentos de su legado. Y a mí también me decepcionó la película, no por el uso de los tópicos, sino porque no la vi a la altura de su predecesora.
Feliz finde!
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Jajaja yo es que soy muy “animal”, Santi ;). A mí me encantó Monells, me enamoró y eso que fue una visita muy, muy rápida pero merece la pena volver con tiempo, tiene rincones que te cautivan a simple vista y que ya verás…no se te pasarán por alto. La verdad es que todo el entorno merece una visita con calma y la primavera es una estación ideal para hacerlo (además de ser toda una promesa de luz, fotográficamente hablando). Anímate a ir 😉
Lo de la peli toda la razón, es que era aburrida a parir, nada que ver con “Ocho apellidos Vascos”
Besitos y buen finde!
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Ay, que te estás viniendo a mi tierra, jajajaja! Que bonito! Muy buena elección, y fantásticas fotos!
A mi me gusta el otoño, pero la primavera si que me resusita, me da mucha energía, mucha actividad.
Y lo de 8 apellidos vascos, pues decepcionante fué poco. Yo me dijé una vez terminó la película… y donde le ven la gracias? y de reis sé, y un montón! 😉
Besitos, guapa, feliz fin de semana!
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Es que vives en un entorno mágico!!! a mí toda la zona de Girona me enamora, aissss tengo que volver con tiempo, disfrutar y quemarlo a fotos!! 😉
La primavera es energía en vena, yo creo que cuanto mayor me hago vivo las estaciones de forma más anímica. Antes me apasionaba el invierno, el frío profundo, los días extra grises y tormentosos…ahora también, eh? pero cada vez se me hace más largo (y eso que los inviernos son medio descafeinados últimamente). Claro que yo soy de otoño en cuerpo y alma! 😉 (menos el verano y el calor, que lo detesto!)
Besitos preciosa, buen finde para ti también!!!
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Parece un lugar encantador para tirar fotos, que son excelentes, que bien has captado la textura de la piedra y la forma medieval de las construcciones. El otoño es la mejor estación para cargar las pilas. El verano sólo es para los pobres! Como no veo ni cine ni tele me pierdo muchas cosas interesantes y me gano otras a cambio. Un abrazo.
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Gracias Carlos! la verdad es que hice las fotos a pleno mediodía y sin polarizador (que no tengo), con todo el sol cayendo a peso temí que me quedaran quemadísimas, y así fue, pero pude salvar alguna (es lo malo -o bueno- de no planear las escapadas). Y el otoño es la estación más mágica que existe, la estación que me da vida! literalmente, porque nací a principios de Noviembre! 😉 Del verano me quedo solo con la luz de los días largos, las noches al fresco y el tiempo familiar, por lo demás (calor abominable, muchedumbre a porrillo, insectos, bla, bla) lo aborrezco…
Besotes!
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