Octubre, con sus nueve días recién estrenados, me reordena. Voy aprendiendo con los años a no perder ese punto de bravura, es cierto, y a pesar de la presbicia cada vez focalizo mejor y redistribuyo la energía seleccionando bien mis guerras (tanto las internas como las externas). Octubre me recuerda que es un desgaste absurdo perderse en cosas que no puedes controlar, que mis trincheras de paz y calma son innegociables, así que me pierdo en las pequeñas cosas inmensas que dan forma a mi esencia. Tu sonrisa, los desayunos lentos de domingo, un bizcocho de manzana y canela, un ratito de calma y voltereta, ese olor a otoño que tanto me reconforta…

Hasta aquí m llegó el aroma de ese bizcocho 😉 Abrazos d luz ❤
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Era totalmente casero y he de decir que duró un suspiro, tengo auténticos comilones en casa! 😀
Muchos besitos, preciosa! ❤❤
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:* ❤
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Me encanta tu foto a los pies de la cama, de una Space Girl con fondo de estrellas.
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Gracias, Santi! Mira que no soy mucho de hacerme fotos pero desde que he descubierto que puedo disparar la cámara con una aplicación del móvil todo son pruebas y juegos jaja! 😀
Un besote!
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Ya me ha entrado hambre. ¿No vas a compartir la receta? Un abrazo.
Lluvia y viento y, por la calle cuando oscurece, ya se pasea el aroma a leña.
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