Miro sin atención la pantalla del ordenador, luego bajo la mirada y observo como en el teclado se me acumulan tareas de otoño. Mientras hablo por teléfono noto como la energía se me difumina en la voz. Las plantas de la mesa mantienen un verde intenso sin que jamás las haya abonado. Pienso también en vitaminas y calcio, en el sol sobre los párpados, en las ganas de salir a caminar sin medir pasos, dejando fluir el movimiento, los pies, la falda. Todo vuelve a una rutina reconocible, la de antes del caos, me digo. Tus dedos en el piano, las volteretas de septiembre, dos cucharadas de azúcar, el amanecer sobre la encimera, los libros escolares que ya no se huelen ni se tocan, los viejos lápices con punta nueva. Aún recuerdo el olor de mi mochila escolar, sabes?, la que me colgaba en el hombro mil vidas atrás. A veces me sorprenden olores que no están y que solo reconoce mi memoria. Tengo ganas de pisar el centro de Barcelona, pasear por sus calles es acariciar mi cuna, el lazo umbilical que me arraiga. Ya apenas quedan golondrinas en el cielo y las hojas secas empiezan el descenso. Todo regresa como si jamás se hubiera ido. Te escucho llamarme desde el pasillo y cierro los ojos…
De entre todas tu voz sigue siendo mi canción favorita. 🍃
gracias por seguirnos yo tambien voy leer tus pots son muy buenos
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Muchísimas gracias!!
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