Sí, hay lugares que te tocan por dentro. Lugares que se adhieren a tus arrugas, a tus pecas, al lunar de tu espalda y que sin saberlo se convierten en el epicentro de los mejores recuerdos de tu vida. Son rincones y paisajes que te recorren la existencia calándote el corazón, la piel, el alma, y a los que amas y añoras, abrazas y sueltas. La montaña de Montserrat es una de las vértebras que sostienen el mecano de mi vida, uno de esos lugares mágicos que habitan, miman y acarician el corazón de mi memoria. Quizá porque durante muchos años viví en sus faldas, porque escuché el silencio nocturno de sus «centinelas», porque me pasé horas observándola, admirándola, compartiendo instantes. Ella fue testigo del crecimiento de mi familia, formó parte de nuestro día a día y se coló, enterita, en nuestra vida.
Hacía mucho que no íbamos a visitarla y este sábado, después de un almuerzo rico-rico, fuimos a pasar el día allí. Os dejo unas cuantas fotos por si queréis verlas. El macizo estaba nevado pero muy poco, apenas espolvoreado de nieve pero eso sí…igual de mágico que siempre.
Aunque tuvimos momentos de sol la mayor parte del día estuvo nublado y hacía un frío que… brrr!
Comimos en un restaurante de Marganell: «Masía Can Font» al que solíamos ir cuando los niños eran pequeños. Cuántos recuerdos, aisss! 💛 Por cierto muy recomendable si estáis por la zona, se come rico-rico!
A ver si consigo ir subiendo al blog alguna de nuestras salidas/excursiones (al menos una al mes) para ir compartiendo esos lugares y esos (nuestros) momentos. De momento se acaba Enero y puedo decir que ha sido un mes estupendo. 💚🌿
Supongo que ya lo sabes, pero al lado de Marganell está el Bosc de les Creus, un lugar con vistas a Montserrat que bien merece una visita al atardecer para reflexionar sobre cómo maltratamos la naturaleza.
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Sí, pasamos furtivamente por allí y nos heló el alma, es impactante, escalofriante y tan injusto que duele. Me quedé tan en shock al verlo que no tuve ni animo de sacar la cámara…
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Sí, duele. Es un lugar triste que no cuesta imaginarlo envuelto en llamas. Por fortuna la naturaleza nunca se rinde y acabará regenerando la zona, peor hay que evitar ponerla en esas situaciones.
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Totalmente de acuerdo
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Merece una visita larga por allí, desde luego, como bien dices para reflexionar sobre el mal que estamos haciendo ( y nos estamos haciendo). Muy impactante, Santi, y muy triste…
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Me ha encantado el título
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Me alegro que el mes fuese estupendo… eso es lo importante.
Y desde luego compartir excursiones me encanta, siempre apuntando nuevas ideas 🙂
Bss
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