Snapchat o el día que enloquecí (y no fue el primero ni será el último).
No se me puede enseñar a mí algo así, no sin pretender que la niña que me habita se desboque como una cabra montesa. Y eso pasó. Me enseñaste la aplicación, Snapcheé, Snapcheámos, nos reímos todos con los filtros y por un momento el plomo se volvió helio. Y encima lo publiqué en los stories de Instagram, y ahora en el blog, que perder el sentido del ridículo es fantástico para el cutis. 😉
😉 🙂
Pues no la conozco Ló , pero me parece muy divertida. Luces guapísima con esos complementos. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tengo dos adolescentes en casa…con eso te lo digo todo, jejeje. Gracias, Carlos, esos filtros, además de divertidos, son una maravilla, ¡te quitan todas las arrugas de golpe! 😀
Besos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
jajajajajajaja, me encanta, y a vosotros se ve que también, os lo habéis pasado pipa.
Un abrazo grande Ló
Me gustaMe gusta